Daniel 3:26-27 (ir a "startsida" para los siguientes)

¿Cree usted que Dios ama a Israel? o, ¿cree que los ha desechado, porque ahora el pueblo de Dios son los cristianos, o los musulmanes, u otro? Observe los siguientes versos:

Daniel 3:26-27

"Entonces Nabucodonosor se acercó a la puerta del horno de fuego ardiendo, y dijo: 'Sadrac, Mesac y Abed-nego, siervos del Dios Altísimo, salid y venid'. Entonces Sadrac, Mesac y Abed-nego salieron de en medio del fuego"

"Y se juntaron los sátrapas, los gobernadores, los capitanes y los consejeros del rey, para mirar a estos varones, cómo el fuego no había tenido poder alguno sobre sus cuerpos, ni aun el cabello de sus cabezas se había quemado; sus ropas estaban intactas, y ni siquiera olor de fuego tenían"




Si usted comparó la traducción de Reina-Valera con el arameo original, verá ciertas diferencias entre los "sátrapas, los gobernadores, los capitanes y los consejeros del rey" con otras versiones. Las tres primeras palabras han sido tratadas en Daniel 3:1-3. Los "consejeros" del rey es una nueva definición, traducción del arameo "hadabar" ("consejero", "visir", "ministro") Por lo demás, la traducción al español es muy buena, y la descripción de lo que ocurrió allí es fiel al original.



¿Conoce usted este himno?





Escrito en 1878 y musicalizado en 1888, fue oficialmente proclamado Himno de Israel (la primera estrofa y el refrán con una pequeña modificación) sólo en 2004 aunque ya en 1897 había sido adoptado en el Primer Congreso Sionista, y en 1948 como himno, de modo no oficial. Es digno de notar cómo una esperanza puede sobrevivir dos milenios de destierro y rechazo. Esto no es posible para todas las llamadas "esperanzas" - a veces, más bien "lusiones". La Esperanza a la que alude este hermoso y sentido himno es confianza en Dios, la confianza de un pueblo que sabe que hay un Padre Supremo por encima de todos los poderes terrenales que ocuparon su tierra, desde el 70 DC hasta 1948, y que la promesa de este Dios Todopoderoso es digna de ser creída.

El nacimiento - valdría decir "renacimiento" - del Estado de Israel es uno de los más grandes milagros que la mano de Dios ha obrado en esta tierra. Cuando este himno fue escrito y musicalizado, y aún cuando fue adoptado en el Primer Congreso Sionista, en 1897, la Tierra Santa estaba en manos del imperio otomano, y tras la Primera Guerra Mundial se convertiría en un mandato británico. Sólo en 1948 sería una nación libre, y sería reconstruido el país que Dios prometió a Abraham, Isaac y Jacob para su descencia. Pero los que adoptaron y cantaron "La Esperanza" durante todos estos años, esperaban en la promesa del Dios de Israel, Creador del universo y Padre de Nuestro Señor Jesucristo, que no miente. Del mismo modo que salvó a aquellos tres judíos en Babilonia, salvó de la destrucción al pueblo judío, Su pueblo, y los llevó a la tierra que les había prometido.

Quizás estas declaraciones chocan contra el conocimiento que usted tiene de la Biblia, el judaísmo y el cristianismo. Personas creyentes bien podrían preguntarse, ¿no sustituyó el Nuevo Testamento al Antiguo? ¿no sustituyó la iglesia a Israel como "pueblo de Dios"? ¿no enseña la Biblia que Israel fue rechazado por Dios, quien levantó la iglesia en su lugar?

Déjeme responderle: NO. La revelación de Dios es progresiva. El papel de Israel en la profecía no fue revelado por siglos a aquellos que desecharon al pueblo de Dios durante la Antigüedad y la Edad Media, creyendo que los judíos estaban excluidos del plan de Dios. Incluso entre los reformadores, no todos entendieron propiamente las profecías acerca de Israel, quizá por estar enfocados en diferenciarse de la tradición católica medieval y en establecer la "sola scriptura", por lo cual su enfoque principal era en la forma de religión de los cristianos, y no en la profecía. De hecho, la profecía de los últimos tiempos, la venida del Señor y el reino milenial ha sido y es mal entendida por muchos (acerca de esto puede leerse en este sitio, bajo los títulos de Daniel 2:34-35; Daniel 2:36-38; Daniel 2:39-40; Daniel 2:41-43; Daniel 2:44-45)

¿Cuál es la posición de Dios respecto a Israel, y por qué es NO la respuesta a las preguntas anteriores?

Para recibir una revelación acerca de esto es necesario saber qué predicó Cristo acerca de Israel, y qué se profetizó en el Nuevo Testamento acerca de los judíos (el Antiguo está prácticamente fuera de discusión, porque trata mayormente de este pueblo)

Observe la orden del Señor para los predicadores que envió (Mateo 10:5, 6) :

"A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones, diciendo: Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis, sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel"

Ciertamente esta orden no impide evangelizar gentiles (no judíos) o samaritanos (judíos mezclados con gentiles) pero pone ANTES a los judíos. Por lo mismo el Señor le dijo a una mujer cananea que le pedía un milagro, "No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel" (Mateo 15:24) En tiempos de Su ministerio terrenal, el núcleo inicial de la iglesia serían sólo judíos (sus apóstoles judíos serían los que después ganarían a los gentiles para Dios) La no exclusión de los gentiles se muestra en que Él hizo el milagro a esta mujer gentil, cuando vio su fe.

Vea ahora Lucas 22:29-30:

"Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí,  para que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis en tronos juzgando a las doce tribus de Israel"

"Juzgando" no significa aquí el papel de juez sino de gobernante ("Jueces" es en la Biblia "Gobernadores" también) El Reino de Dios, que el Padre Dios asignó a su Hijo, gobernaría sobre Israel (observe que para el tiempo en que estas palabras fueron dadas, quedaban sólo dos tribus y el resto eran "samaritanos", pero el Seños los pone a todos juntos en Su futuro reino, donde estarían "las doce tribus de Israel") También Mateo 8:10-12 habla de este reino:

"Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe. Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos; mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes"

Estas conocidas palabras al centurión romano (otro gentil) que le pedía un milagro, nos dan varias revelaciones acerca del reino de Dios:

- Abraham, Isaac y Jacob son salvos y están allí en un lugar destacado
- los judíos que no tienen fe, aunque son potencialmente "hijos del reino" (por derecho y elección de Dios) no heredarán este reino por su incredulidad (el Señor no había hallado un judío con tanta fe como la del centurión) y muchos gentiles, "del oriente y del occidente",  heredarían un puesto en el reino junto a Abraham, Isaac y Jacob, por su fe.

Resumiendo, este pasaje muestra el Reino como algo destinado para los judíos en la eternidad por Dios, del cual serían excluidos los judíos incrédulos e incluidos los gentiles que tuviesen fe en el Dios de Israel. Observe que es Jesucristo mismo el que habla aquí.

Vea también Marcos 12:29-30:

"Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento"

Esta es la declaración de fe de los judíos, "Shma, Israel, Adonai Elohenu, Adonai ekhad". Para Cristo era el más importante mandamiento de todos (como para todos los judíos) y así se lo hizo saber a un escriba que le preguntaba, el cual recibió la respuesta con "Amén".

En las palabras de Jesucristo el Hijo de Dios que hemos visto hasta aquí, no hay ningún motivo para creer que Israel dejaría alguna vez de ser pueblo de Dios, ni siquiera en la eternidad en el Reino de Dios. Observe otros que profetizaron en el NT acerca de Israel:

Lucas 1:54-55:

"Socorrió a Israel su siervo, acordándose de la misericordia de la cual habló a nuestros  padres, para con Abraham y su descendencia para siempre"

María la madre de Jesús está profetizando que el nacimiento de Su Hijo sería el socorro para Israel, la descendencia de Abraham, conforme a la misericordia que Dios prometió al patriarca. Aunque también los cristianos y los árabes somos en algún modo (espiritual o carnal) "descendencia de Abraham", María está hablando de Israel por su nombre (las posibles aplicaciones de la profecía no hacen desaparecer la interpretación literal de ningún modo)

Lucas 2:29-32, 34:

"Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz, conforme a tu palabra; porque han visto mis ojos tu salvación, la cual has preparado en presencia de todos los pueblos; luz para revelación a los gentiles, y gloria de tu pueblo Israel"

"Y los bendijo Simeón, y dijo a su madre María: He aquí, éste está puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel, y para señal que será contradicha"

Estas son las palabras de Simeón, profeta judío lleno del Espíritu Santo que profetizó en la presentación del niño Jesús en el templo (conforme a la costumbre judía) En estas palabras vemos que Simeón vio en aquel niño la salvación de Dios, y le llama "gloria de Israel" y "luz para revelación a los gentiles". La gloria de la nación judía, y el motivo más trascendental de la elección de Israel desde que Abraham fue llamado por Dios, es que Dios mismo nacería de entre ellos (el Mesías, Nuestro Señor Jesucristo, el Salvador) Y sería Él quien haría llevar el conocimiento del Dios de Israel al mundo entero, la "luz para revelación a los gentiles". El verso 34 implica que la "caída y levantamiento de muchos" - la elección para ir al Reino de Dios o al infierno - comenzaría con Israel mismo (lo cual no niega que lo mismo ha sucedido con los gentiles; muchos han creído en Jesucristo y otros no. La "señal sería contradicha" no sólo en Israel pero en todo el mundo)

Vea Juan 1:29-31:

"El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo dije: Después de mí viene un varón, el cual es antes de mí; porque era primero que yo. Y yo no le conocía; mas para que fuese manifestado a Israel, por esto vine yo bautizando con agua"

Según las palabras del Bautista, el Cordero de Dios tenía que ser manifestado ... A ISRAEL! (y Juan dice que es para eso que él bautizaba; todo su ministerio tenía como fin que Israel supiera que Jesucristo era el Mesías)

Por último, vea Juan 12:12-15:

"El siguiente día, grandes multitudes que habían venido a la fiesta, al oír que Jesús venía a Jerusalén, tomaron ramas de palmera y salieron a recibirle, y clamaban: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel!"

"Y halló Jesús un asnillo, y montó sobre él, como está escrito: 'No temas, hija de Sion; he aquí tu Rey viene, montado sobre un pollino de asna' "

Los que recibían, honraban y bendecían al Señor - un humilde profeta montado en un burrito - le llamaron "Rey de Israel" (el Mesías que todos esperaban) y entendieron que veían el cumplimiento de la profecía de Zacarías 9:9.

Los judíos que profetizan en estos pasajes vieron a Jesucristo como el Mesías de Israel, que salvaría al pueblo de Israel (y de hecho, esto fue lo que ocurrió con gran parte de los judíos, de los cuales nació la iglesia cristiana; ellos fueron los primeros que llevaron a los gentiles el evangelio de Jesucristo)

A la luz de todos estos pasajes, ¿qué razón avala las afirmaciones de que "el NT sustituye al AT", o la Iglesia a Israel? Observe lo que dice el apóstol Pablo en su Epistola a los Romanos:

Romanos 11:13-24:

13 Porque a vosotros hablo, gentiles. Por cuanto yo soy apóstol a los gentiles, honro mi ministerio, 14 por si en alguna manera pueda provocar a celos a los de mi sangre, y hacer salvos a algunos de ellos.

15 Porque si su exclusión es la reconciliación del mundo, ¿qué será su admisión, sino vida de entre los muertos?

16 Si las primicias son santas, también lo es la masa restante; y si la raíz es santa, también lo son las ramas. 17 Pues si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo olivo silvestre, has sido injertado en lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la rica savia del olivo, 18 no te jactes contra las ramas; y si te jactas, sabe que no sustentas tú a la raíz, sino la raíz a ti. 19 Pues las ramas, dirás, fueron desgajadas para que yo fuese injertado. 20 Bien; por su incredulidad fueron desgajadas, pero tú por la fe estás en pie. No te ensoberbezcas, sino teme. 21 Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, a ti tampoco te perdonará.

22 Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios; la severidad ciertamente para con los que cayeron, pero la bondad para contigo, si permaneces en esa bondad; pues de otra manera tú también serás cortado. 23 Y aun ellos, si no permanecieren en incredulidad, serán injertados, pues poderoso es Dios para volverlos a injertar. 24 Porque si tú fuiste cortado del que por naturaleza es olivo silvestre, y contra naturaleza fuiste injertado en el buen olivo, ¿cuánto más éstos, que son las ramas naturales, serán injertados en su propio olivo?

Estos versos muestran una revelación que Pablo nos entrega a través del Espíritu Santo:

- la exclusión de los judíos que "cayeron", conforme a la profecía de Simeón, los que no aceptaron a Cristo, no es definitiva, sino parte del plan de Dios, que trabajaría con los judíos que estaban ganando a los gentiles con el evangelio.
- "algunas ramas desgajadas" del "buen olivo" - el que Dios atiende y cuida, Israel - son los judíos incrédulos, "desgajados" por su incredulidad (esto no implica que el "buen olivo" como tal haya dejado de ser Israel)
- los gentiles somos otras "ramas" del "olivo silvestre" (creados también por Dios, pero ajenos a su cuidado, creciendo "naturalmente") que somos injertados en el "buen olivo", Israel, por causa de nuestra fe.

La visión de Pablo en estos versos explica por qué la iglesia primitiva era vista como una "secta judía" - y de hecho lo era. Los "cristianos" eran "otros judíos", los que habían creído que su Mesías llegó en la persona de Jesucristo. Y esta visión explica por qué Pablo, que se llama a sí mismo "apóstol de los gentiles", comenzaba generalmente su obra misionera en cada ciudad yendo primero a la sinagoga a evangelizar judíos, y sólo después continuaba con los gentiles.

Observe la continuación (Romanos 11:25-29) :

25 Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; 26 y luego todo Israel será salvo, como está escrito:
'Vendrá de Sion el Libertador, que apartará de Jacob la impiedad. 27 Y este será mi pacto con ellos, cuando yo quite sus pecados.'

28 Así que en cuanto al evangelio, son enemigos por causa de vosotros; pero en cuanto a la elección, son amados por causa de los padres. 29 Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios.

Nuevas revelaciones de mano del apóstol Pablo:

- "parte" de los judíos "se endurecieron"  y no aceptaron al Mesías
- esta situación duraría cierto tiempo (hasta que los gentiles que creerían en el Dios de Israel fueran ganados mediante el evangelio)
- luego Dios obraría nuevamente con los judíos (asunto que trataremos, si el Señor lo permite, en los comentarios al libro de Apocalipsis)
- Dios ama y tiene como elegidos tanto a los judíos que aceptaron al Mesías (cristianos y judíos mesiánicos) o a los que no lo hicieron (judíos) El don de salvación que Dios prometió a Abraham para su descendencia, y el llamamiento que le hizo para que fuera padre de los creyentes, nunca ha cambiado ni cambiará, porque la elección de Dios no cambia. Los cristianos que crean que Dios los ha puesto a ellos por pueblo en lugar de los judíos son llamados "arrogantes" por la Biblia.

Estas tremendas revelaciones no llegaron a mí el día en que recibó a Cristo como Señor y Salvador. Pasaron incluso años antes de que el Señor me hablara de la significación de Israel de modo tan detallado. Por ejemplo, varios años después de convertido, oía una proclamación que es sostenida por todos los cristianos pentecostales, con referencia a la Segunda Venida del Señor: la señal de la "higuera que reverdece" una de las que muestran que la venida del Señor está cerca, se refiere a Israel (Mateo 24:32-33) Nadie me explicaba por qué - muy posiblemente porque no se lo preguntaba a nadie - pero mi fe me decía que unos hermanos llenos del Espíritu Santo no profetizarían algo errado. Sólo leyendo Jeremías 24 recibí del Señor la confirmación de esta revelación, que compartiremos si Dios lo permite.

En estos días en que se conmemora el 66 aniversario de la proclamación del Estado de Israel, la fecha en que Dios cumplió tantas profecías para los judíos que creyeron en Su Palabra y confiaron en Sus promesas, conviene también a nosotros los cristianos recordar que esta "higuera que reverdece" - aún cuando muchos "gentiles" son aún opuestos al propósito de Dios para con los judíos - es una señal para nosotros de que Cristo viene pronto. El Señor ha restaurado en parte a su pueblo, les ha entregado en parte la tierra que prometió a Abraham, y ha revelado en parte a los cristianos el plan que Él tiene para con Israel en estos tiempos, en la Gran Tribulación y en la eternidad. Oramos para que todo cristiano reciba esta revelación y conozca el lugar de Israel en el corazón de Dios, y para que lo que ha ocurrido en parte en obediencia al propósito eterno de Dios, sea consumado.

Si usted aún no ha recibido a Cristo como su Señor y Salvador, sepa que su llamamiento sigue en pie. El que esperó 2000 años para dar de regreso su tierra a los judíos, y varios milenios para enviar a Su Hijo a cumplir las profecías mesiánicas del AT, esperará a su arrepentiemiento y conversión, mientras hay aún tiempo. La hora vendrá en que esto no le será permitido aunque usted quisiera, pero no es hoy. Si usted está leyendo estas palabras y no ha recibido a Cristo, lo único que necesita es doblar sus rodillas, confesarle a Él sus pecados, pedirle perdón y aceptarlo como su Señor y Salvador. Él quiere salvarle de condenación, y darle vida eterna. ¡Reciba a Cristo, y viva con Dios por los siglos de los siglos!

Que el Señor le bendiga

En el amor de Cristo, su hermano

Israel Leonard

PS. ¡Cristo viene pronto!

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