Daniel 3:13-15

¿Sabe usted lo que significa "ser santo"? ¿Cree usted que es santo? 

Daniel 3:13-15

"Entonces Nabucodonosor dijo con ira y con enojo que trajesen a Sadrac, Mesac y Abed-nego. Al instante fueron traídos estos varones delante del rey. Habló Nabucodonosor y les dijo:" 

"¿Es verdad, Sadrac, Mesac y Abed-nego, que vosotros no honráis a mi dios, ni adoráis la estatua de oro que he levantado? Ahora, pues, ¿estáis dispuestos para que al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música, os postréis y adoréis la estatua que he hecho? Porque si no la adorareis, en la misma hora seréis echados en medio de un horno de fuego ardiendo; ¿y qué dios será aquel que os libre de mis manos?"


Para usted que comparó en la versión interlineal con el arameo de la versión original habrá podido constatar que Reina Valera es una traducción muy buena. La única excepción está en los instrumentos musicales, que han sido tratados en Daniel 3:4-7 (la "bocina" es un cuerno, no hay ningún "tamboril" - que es pequeño tambor portátil medieval - sino la cítara, y la "zampoña" o flauta de pan puede ser también un aulós) 

En los mensajes anteriores hemos tratado la idolatría (lo que exigía el rey Nabucodonosor de todos los participantes en la "inauguración" de la estatua; más claro sería llamarle la "adoración" de la estatua) Vemos ahora a Nabucodonosor nuevamente arrastrado por la ira, que manda a traer a los judíos y les pone un ultimátum: o adoran la imagen o serán echados al horno de fuego. Obsérvese que no les pregunta, ¿por qué no adoran la estatua? El rey ha pasado de "juez" a "tirano" en estos versos. 

Esta figura tiránica - el "villano" - la hemos visto probablemente en muchos filmes de "superhéroes" (Superman, Batman, y todos los que conocemos) Siempre hay allí un villano tiránico y poderoso que está planeando algo siniestro, y el "superhéroe", un individuo muy valiente, fuerte y astuto, usa de sus recursos - a veces sobrenaturales - para enfrentarse al villano, frustrar sus planes y derrotarlo. 

No es Nabucodonosor el único "villano" de las Escrituras. En el capítulo cinco de Daniel encontraremos a Belsasar profanando los objetos santos del templo de Jerusalén, y en otras historias podríamos leer acerca del malvado Amán, que quería exterminar al pueblo hebreo en el libro de Ester, del Sumo Sacerdote que condenó a Nuestro Señor Jesucristo, Absalón el hijo del rey David que destronó a su padre, el rey Saúl que persiguió a David a muerte... Y al igual que se han levantado villanos en el poder de Satanás, Dios ha levantado también a menudo "superhéroes" bíblicos para frustrar los planes de aquéllos. 

Note ahora una gran diferencia. Los "superhéroes" bíblicos, aunque posiblemente sean fuertes, valientes o inteligentes, no derrotan a los villanos con su fuerza, su valor o su astucia. Los amigos de Daniel vencieron en este relato escogiendo el horno y confiando en Dios. La reina Ester presentó su petición al rey de Persia arriesgando su vida, y Nuestro Señor venció a Satanás yendo a una cruz que estaba reservada a los peores criminales. El poder en que ellos vencieron no es ningún recurso suyo humano, sino un recurso divino y sobrenatural que está al alcance de todas las personas independientemente de sus capacidades humanas o sus talentos. Este recurso se llama "FE". La fe sostuvo a los amigos de Daniel frente a la amenaza de muerte. 

¿Ha pensado qué haría en una situación semejante? Excepto los judíos, todos los "pueblos, naciones y lenguas" se postraban ante la estatua y adoraban. ¿Tendría usted respuesta para la terrible pregunta del rey, "y qué dios será aquel que os libre de mis manos"? Terrible, porque en manos del rey estaban las vidas de ellos, y el rey los estaba amenazando de muerte, metiéndolos en un horno encendido. 

Hay que recordar que Hananías, Misael y Azarías eran judíos y buenos conocedores de la Palabra de Dios, las Escrituras. Para los judíos Dios no era una "leyenda" o un "mito", como los "dioses" de las demás naciones. Era el Dios real que llamó a Moisés, castigó a Egipto con diez plagas y obligó a Faraón a dejar salir a los hebreos, que eran sus esclavos. Después de la salida de Israel, Farón los persiguió con su ejército, y Dios los estorbó y abrió el Mar Rojo para que pasara su pueblo, cerrándolo detrás de ellos y ahogando a los egipcios. Observe la promesa de Dios para el pueblo de Israel, después de haberlos sacado de Egipto con los milagros que neutralizaron al ejército egipcio que los perseguía:

Éxodo 19:3-6

"Y Moisés subió a Dios; y Jehová lo llamó desde el monte, diciendo: Así dirás a la casa de Jacob, y anunciarás a los hijos de Israel:

"Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí. Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel"

Los amigos de Daniel sabían que ellos eran "especial tesoro" de Dios sobre todos los pueblos. Y también sabían que tenían que ser un "reino de sacerdotes y gente santa". Hay muchas ideas populares acerca de lo que significa "ser santo". Para muchos es "santo" el que ha sido canonizado por la iglesia de Roma (lo cual pone en aprietos a los que ejecutan estas labores si tienen que buscar los nombres, direcciones, números telefónicos y correo electrónico de "los santos  y fieles" que estaban en Éfeso, Filipos, Colosas, esto es, a los cristianos a quienes se escribieron las epístolas del NT, a quienes la Escritura llama "santos", ya sea que hayan desarrollado un ministerio apostólico como el de San Pedro o San Pablo, o que hayan muerto inmediatamente después de convertirse, como el ladrón de la cruz) Otra idea de "gente santa" está asociada con las buenas obras; muchos entienden como "santos" a personas como Teresa de Calcuta, el Dalai Lama, Mahatma Gandhi, etc. Pero la Escritura no exige de usted que haga grandes cosas para ser "santo". La "santidad" a que se refiere la Escritura y que pedía de los judíos del AT es simplemente conocer y adorar al Dios verdadero, apartándose de los ídolos ("santidad" equivale principalmente a la SEPARACIÓN - del mal - y CONSAGRACIÓN - para Dios) Esto estaba muy claro para los amigos de Daniel.

La santidad a la cual ellos se sabían llamados implicaba la separación de los ídolos. Observe la promesa de Dios para Israel cuando iba a ocupar la tierra prometida, acompañada del mandamiento de no mezclarse con los idólatras:

Éxodo 23:30-33

"Poco a poco los echaré de delante de ti, hasta que te multipliques y tomes posesión de la tierra. Y fijaré tus límites desde el Mar Rojo hasta el mar de los filisteos, y desde el desierto hasta el Éufrates; porque pondré en tus manos a los moradores de la tierra, y tú los echarás de delante de ti. No harás alianza con ellos, ni con sus dioses. En tu tierra no habitarán, no sea que te hagan pecar contra mí sirviendo a sus dioses, porque te será tropiezo"

Hacer alianza con idólatras, o con sus dioses, estaba prohibido para los judíos. Servir a otros dioses era pecado ante el Dios de los hebreos. El dilema que puso el rey Nabucodonosor ante los amigos de Daniel fue:

1) Adoran la estatua que hizo el rey, y sirven a los dioses babilónicos (esto los salva del horno de fuego, pero es pecado contra Jehová, por lo cual dejan de ser "pueblo santo")

2) Desobedecen el mandato del rey a practicar idolatría (obedecen el mandamiento de su Dios, pero esto los llevaría a morir en el fuego por desobedecer a Nabucodonosor)

¿Qué hubiera escogido usted? ¿Cuál cree que es la opción correcta? Lea el próximo mensaje para saber la respuesta. 

Que el Señor le bendiga

En el amor de Cristo, su hermano

Israel Leonard

PS. ¡Cristo viene pronto!

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